Marca
QIE
Materia prima
Aceite de palma crudo
Capacidad
Mínimo 1TPD

1-1000 TPD
Personalizado Planta refinadora de aceite de palma Bajo demanda
Producción altamente inteligente en todas las secciones
Inteligente

El aceite de palma se puede refinar mediante métodos físicos o químicos. Debido a su rentabilidad y a su alto contenido de ácidos grasos libres (AGL), se suele utilizar el método físico. Capacidad de producción: 1-1000 TPD.
QIE Grain and Oil Machinery Co., Ltd
Con décadas de experiencia, QIE Machinery ha instalado con éxito líneas de producción de aceite de palma en todo el mundo, atendiendo a clientes en más de 100 países. Nuestra amplia cartera de productos incluye soluciones para la producción de aceite de palmiste y palmiste, así como soluciones personalizadas para capacidades específicas, desde pequeñas operaciones hasta grandes conglomerados de producción.
Ya sea en Asia, Europa, América o África, nuestros equipos se adaptan a las necesidades del mercado local y a los retos de producción. Operamos en todo el mundo y la satisfacción del cliente es la base de cada proyecto que emprendemos. Desde la consulta inicial y el diseño hasta la instalación y el servicio posventa, QIE Machinery garantiza que cada solución cumpla con los más altos estándares de calidad y eficiencia.
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Esta eficiente planta de refinación y fraccionamiento de aceite de palma de 20 TPD fue construida en Perú para producir aceite de palma comestible de alta calidad.
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Este proyecto se ubica en Filipinas. Nos encargamos del diseño, la fabricación de equipos y la supervisión de la instalación y la puesta en marcha.
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Este proyecto de refinación de aceite de palma de 30 TPD se ubica en México. Este cliente ha visitado numerosas fábricas antes de trabajar con nosotros y posee un profundo conocimiento de la industria de refinación de aceite de palma.
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Este proyecto se encuentra en Costa de Marfil. Procesos principales: Carga, esterilización, trilla, prensado, separación de fibras, recuperación de granos y clarificación del aceite.
Más informaciónDesgomado: Elimina los fosfolípidos (gomas) añadiendo agua o ácido, lo que provoca su precipitación y separación del aceite. Este paso mejora la estabilidad del aceite y previene la turbidez.
Neutralización: Utiliza soluciones alcalinas (p. ej., hidróxido de sodio) para reaccionar con los ácidos grasos libres (AGL), formando pastas jabonosas que posteriormente se eliminan. Esto reduce la acidez y realza el sabor del aceite.
Blanqueo: Trata el aceite con adsorbentes como arcilla activada o carbón vegetal para eliminar pigmentos (p. ej., caroteno) e impurezas residuales, aclarando así su color.
Desodorización: Aplica altas temperaturas (200–250 °C) al vacío para evaporar los compuestos volátiles responsables de los olores y los AGL restantes. Este paso también destruye cualquier microorganismo restante. Fraccionamiento (opcional): separa el aceite de palma RBD en oleína líquida y estearina sólida mediante enfriamiento y filtración controlados, creando productos con puntos de fusión específicos para diversas aplicaciones (por ejemplo, aceites de cocina, margarina).
Las refinerías de aceite de palma generan diversos subproductos y flujos de residuos, que se gestionan mediante procesos específicos para minimizar el impacto ambiental y maximizar el uso de los recursos:
Las pastas jabonosas resultantes de la neutralización se procesan para recuperar ácidos grasos, que se utilizan en la producción de jabón, detergente o alimento para animales.
El destilado de ácidos grasos de palma (PFAD) procedente de la desodorización es rico en ácidos grasos y vitamina E; se utiliza en biocombustibles, cosméticos o como aditivo para piensos.
La tierra decolorante usada (adsorbentes usados) puede tratarse para extraer el aceite residual antes de su eliminación segura o su reutilización como enmienda del suelo.
Las aguas residuales que contienen materia orgánica suelen tratarse en plantas de tratamiento biológico de aguas residuales para reducir los contaminantes antes de su vertido o reutilización para riego.
Algunas refinerías también exploran la recuperación de energía, como la quema de residuos no reciclables para generar calor para el proceso de refinación.
Calidad del aceite de palma crudo (ACP): El ACP con altos niveles de ácidos grasos libres (AGL), humedad o impurezas requiere un procesamiento más intensivo, lo que aumenta el consumo de energía y productos químicos.
Diseño y mantenimiento de equipos: La maquinaria moderna y bien mantenida (p. ej., centrífugas eficientes e intercambiadores de calor) reduce la pérdida de energía y el tiempo de inactividad. Un equipo con un mantenimiento deficiente puede causar fugas, un procesamiento desigual o la contaminación del producto.
Parámetros del proceso: El control preciso de la temperatura, la presión y las dosis de productos químicos (p. ej., en la neutralización o el blanqueo) garantiza la eliminación óptima de impurezas sin un procesamiento excesivo que desperdicie recursos.
Gestión de la energía y el agua: El uso de tecnologías energéticamente eficientes (p. ej., sistemas de recuperación de calor) o agua reciclada reduce los costos operativos y el impacto ambiental.
Mano de obra cualificada: Los operadores capacitados pueden ajustar los procesos en tiempo real para abordar problemas como las fluctuaciones en la calidad del ACP, evitando ineficiencias.
Su alto punto de humo (alrededor de 230 °C) lo hace ideal para freír, hornear y cocinar a alta temperatura, ya que resiste la oxidación y la descomposición.
Su sabor neutro y estabilidad (gracias a su bajo contenido en ácidos grasos insaturados) lo convierten en un ingrediente común en alimentos procesados como snacks, productos horneados y margarina.
Sin embargo, su consistencia semisólida a temperatura ambiente (debido a su alto contenido en grasas saturadas) limita su uso en productos que requieren aceites líquidos a bajas temperaturas, como aderezos para ensaladas. Para estos usos, se prefiere la oleína de palma fraccionada (líquida a temperatura ambiente).
Además, algunos consumidores o fabricantes pueden evitarla debido a preocupaciones sobre la sostenibilidad (por ejemplo, la deforestación relacionada con el cultivo de palma) o debates nutricionales, aunque está ampliamente aprobado para uso alimentario por organismos reguladores como la FDA y la EFSA.
Prevención de incendios y explosiones: Instalar sistemas de extinción de incendios (p. ej., rociadores), garantizar una ventilación adecuada en áreas con compuestos volátiles y utilizar equipos antichispas para evitar la ignición de vapores inflamables.
Manipulación de productos químicos: Almacenar soluciones alcalinas y ácidas en contenedores seguros, etiquetados y con sistemas de contención de derrames. Los trabajadores deben usar equipo de protección (guantes, gafas protectoras, trajes) para prevenir quemaduras químicas.
Control de presión y temperatura: Utilizar válvulas de alivio de presión y sistemas de monitoreo automatizados para evitar el sobrecalentamiento o la acumulación de presión en desodorantes y unidades de destilación, lo cual podría causar fallas en los equipos.
Capacitación de los trabajadores: Realizar simulacros de seguridad periódicos, capacitación sobre protocolos de emergencia (p. ej., derrames de productos químicos, incendios) y certificación para operar maquinaria.
Estándares de higiene: Desinfectar equipos y áreas de procesamiento para prevenir la contaminación microbiana, garantizando el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria (p. ej., HACCP).
Altos niveles de ácidos grasos libres (AGL) y humedad en el aceite de palma crudo (ACP): El aceite de palma crudo suele tener niveles más altos de AGL que otros aceites crudos, lo que requiere una neutralización más agresiva. Además, contiene más humedad, lo que hace que el desgomado sea crucial para evitar la hidrólisis durante el procesamiento.
Eliminación de pigmentos: El aceite de palma es rico en caroteno (lo que le da un color rojo anaranjado intenso), por lo que el blanqueo requiere más adsorbente o un mayor tiempo de procesamiento en comparación con aceites más ligeros como el de girasol.
Fraccionamiento: A diferencia de la mayoría de los aceites, el aceite de palma se fracciona frecuentemente en oleína y estearina debido a su proporción equilibrada de grasas saturadas e insaturadas, lo que crea productos con distintos puntos de fusión. Este paso es menos común en aceites como el de oliva o el de canola.
Estabilidad térmica: El alto contenido de grasas saturadas del aceite de palma lo hace más resistente al calor, lo que reduce el riesgo de oxidación durante la desodorización en comparación con los aceites poliinsaturados, que requieren condiciones más suaves.
Uso de energía: La refinación consume mucha energía, especialmente para la desodorización y el fraccionamiento. El uso de energía renovable (p. ej., biomasa de residuos de palma) o equipos energéticamente eficientes reduce las emisiones de carbono.
Consumo de agua: El procesamiento requiere una cantidad considerable de agua para el desgomado y la limpieza. Las aguas residuales deben tratarse para eliminar aceites, grasas y productos químicos y así evitar la contaminación del agua. Algunas plantas reutilizan el agua tratada para fines no potables.
Emisiones: Los compuestos orgánicos volátiles (COV) procedentes de la desodorización o de los gases de escape de las calderas pueden contribuir a la contaminación atmosférica. La instalación de depuradores o convertidores catalíticos ayuda a reducir las emisiones nocivas.
Certificaciones de sostenibilidad: Muchas refinerías buscan certificaciones como la RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible) para garantizar que se abastecen de aceite de palma crudo (ACP) de proveedores responsables con el medio ambiente, evitando así la deforestación.
Reducción de residuos: Minimizar los residuos mediante el reciclaje de subproductos (p. ej., la conversión de PFAD en biocombustibles) reduce la necesidad de vertederos y se alinea con los objetivos de la economía circular.
Ácidos Grasos Libres (AGL): Normalmente inferiores al 0,1 % en el aceite de palma RBD, ya que un alto contenido de AGL provoca rancidez y sabores desagradables.
Humedad e impurezas: Menos del 0,1 % de humedad para prevenir el crecimiento microbiano; las impurezas (p. ej., suciedad, sedimentos) deben ser indetectables.
Color: De amarillo claro a dorado pálido (medido con la escala Lovibond), con pigmentos residuales mínimos.
Índice de peróxidos: Inferior a 10 meq/kg, lo que indica baja oxidación y buena estabilidad.
Punto de humo: Mínimo 230 °C para aplicaciones de fritura, lo que garantiza su resistencia a la descomposición a altas temperaturas.
Cumplimiento normativo: Cumplimiento de las normas establecidas por organismos como la FDA (EE. UU.), la EFSA (UE) o el Codex Alimentarius, que pueden restringir contaminantes como metales pesados o pesticidas.
Automatización e IA: Los sistemas de monitorización en tiempo real (p. ej., sensores para niveles de ácidos grasos libres (AGL) y color) y el control de procesos basado en IA ajustan los parámetros automáticamente, reduciendo el error humano y garantizando un rendimiento constante.
Equipos energéticamente eficientes: Los sistemas de recuperación de calor capturan el calor residual de la desodorización para precalentar el petróleo crudo, lo que reduce el consumo de energía hasta en un 30 %. Las técnicas de desodorización a baja presión también reducen el consumo de energía.
Procesamiento ecológico: El uso de productos químicos biodegradables en el desgomado o de adsorbentes naturales (p. ej., ceniza de cascarilla de arroz) en el blanqueo reduce el impacto ambiental. El desgomado enzimático se está probando como una alternativa más ecológica a los métodos tradicionales.
Valorización de subproductos: Las técnicas avanzadas de extracción recuperan compuestos más valiosos de los subproductos, como la vitamina E natural (tocoferoles) del PFAD para su uso en suplementos o cosméticos.
Seguimiento de la sostenibilidad: La tecnología blockchain ayuda a rastrear el origen del aceite de palma crudo (ACP), garantizando que las refinerías se abastezcan de proveedores sostenibles certificados y cumplan con los requisitos de transparencia.